Luces de colores, árboles iluminados y ambiente festivo en Venezuela donde las celebraciones navideñas se inauguraron el 1 de octubre, adelantándose al calendario católico, por orden expresa del presidente Nicolás Maduro.
“Celebremos. Alegría y rumba permanente”, dijo el jefe de Estado durante su programa en la televisión pública, instando a la ciudadanía a “ocupar todos los espacios necesarios” para conmemorar la festividad hasta el 15 de enero de 2025.
“La Navidad es del pueblo y el pueblo la celebra cuando quiere”, añadió Maduro, reprendiendo a los “muchachos de sotana” que culparon su elección, en referencia a las críticas de la Conferencia Episcopal de Venezuela (Cev). En efecto, con motivo del anuncio del gobierno – en septiembre – los obispos venezolanos habían estigmatizado el “uso político” de la Navidad en un país que sufre profundas laceraciones políticas y sociales que se agravaron tras la controvertida reelección de Maduro – sin presentar pruebas – para las elecciones presidenciales del 28 de julio.