¿Qué pasa con Donald Trump? “Teníamos una muy buena relación”, dijo Vučić, recordando una larga velada que pasó conferenciando con el asesor de seguridad nacional del ex presidente estadounidense y otros funcionarios de la Casa Blanca. “No siempre fue fácil, pero esas personas eran muy diligentes, muy dedicadas y trabajadoras”.
Entonces, ¿a quién le gustaría ver a continuación en la Casa Blanca? “Tengo algunas preferencias, pero no hablo de ello en voz alta”, dijo Vučić, y agregó que solo se había reunido con la vicepresidenta Kamala Harris una vez “durante dos minutos”.
‘¿Yo, una marioneta rusa?’
Lo sorprendente es que el serbio ha logrado cortejar a los hombres más poderosos del mundo (y al menos a una mujer: la ex canciller Angela Merkel también era su fanática), no dándose la vuelta, sino haciéndose el difícil, una táctica que parece haber hecho al nacionalista de casi dos metros de altura aún más atractivo para sus pretendientes.
Consideremos su posición sobre Rusia, un país con el que Serbia tiene profundos vínculos históricos y culturales. Aunque Vučić sostiene que Serbia está comprometida con unirse a la UE, se ha negado rotundamente a unirse al bloque para imponer sanciones a Moscú por invadir Ucrania. Al mismo tiempo, Vučić ha estado dispuesto a vender municiones a países occidentales, sabiendo muy bien que ellos se darán la vuelta y enviarán los suministros a Ucrania.
Eso puede explicar por qué le enfurece la insinuación de sus homólogos europeos de que Putin está en el bolsillo.
“Decían que es un títere ruso, un agente ruso”, recordó Vučić, quien dice que se ha reunido con el líder ruso unas 20 veces y lo conoce “bastante bien”.
