BRUSELAS – El primer ministro británico, Keir Starmer, viajó a Bruselas el miércoles en una misión para tratar de mejorar los lazos con la Unión Europea, que se desintegró cuando el país abandonó el bloque comercial más grande del mundo hace cuatro años.
Starmer quería centrar sus conversaciones en seguridad, migración y comercio. Debía mantener conversaciones con los líderes de las principales instituciones del bloque: la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
“Es innegable que el Reino Unido es más fuerte cuando trabaja en estrecha colaboración con sus socios internacionales más cercanos. Esto nunca ha sido más importante: la guerra, el conflicto y la inseguridad llaman a las puertas de Europa”, dijo Starmer en un comunicado emitido por su oficina antes del viaje de un día.
Starmer dijo que está “decidido a dejar atrás los años del Brexit y establecer una relación más pragmática y madura con la Unión Europea”.
Una mejor cooperación, dijo, “proporcionará los beneficios que el pueblo británico merece: proteger nuestras fronteras, mantenernos seguros e impulsar el crecimiento económico”.
La UE, por su parte, quiere tender puentes entre los jóvenes a ambos lados del Canal de la Mancha mediante la introducción de un plan que permitiría a los jóvenes ciudadanos de la UE y del Reino Unido estudiar, trabajar y vivir durante períodos cortos en el Reino Unido y la UE, respectivamente. Los partidarios del Brexit se oponen.
Desde la contundente victoria electoral de su Partido Laborista de centro izquierda el 4 de julio, Starmer ha buscado un papel más importante para Gran Bretaña en el escenario global después de años de relaciones amargas con Europa por el Brexit.
El primer ministro británico, Keir Starmer, hace una declaración sobre la evolución de la situación en Oriente Medio, en el número 10 de Downing Street en Londres, el martes 1 de octubre de 2024. Crédito: AP/Benjamín Cremel
Ha prometido reducir algunas de las barreras post-Brexit para personas y bienes que han socavado los lazos entre Gran Bretaña y el bloque. Starmer insiste, sin embargo, en que no revertirá el Brexit ni se reincorporará al mercado único ni a la unión aduanera de la UE.
