KAOHSIUNG, Taiwán – Un tifón que trajo fuertes vientos y lluvias torrenciales avanzó lentamente el miércoles hacia Taiwán, donde miles de personas han sido evacuadas de terrenos bajos o montañosos vulnerables.
Al menos 93 centímetros (3 pies) de lluvia han caído en el condado costero de Taitung en los últimos cuatro días y 29 centímetros (11,4 pulgadas) en la principal ciudad portuaria de Kaohsiung antes del tifón Krathon.
Se espera que el tifón, con vientos máximos sostenidos cerca del centro de 173 kph (108 mph) y ráfagas de 209 kph (130 mph), toque tierra el jueves temprano en la densamente poblada costa oeste de Taiwán, según la Administración Meteorológica Central de la isla.
Los tifones rara vez azotan la costa oeste de Taiwán, sino que afectan el lado montañoso y oriental de la isla.
Las autoridades cerraron escuelas y oficinas gubernamentales en toda la isla y cancelaron todos los vuelos nacionales.
En el condado oriental de Hualien, más de 3.000 personas fueron evacuadas de municipios vulnerables a deslizamientos de tierra. También fueron evacuados casi 200 personas en la ciudad suroccidental de Tainan y más de 800 residentes del condado sureño de Pingtung.
Antes del mediodía del miércoles, el centro del tifón estaba a unos 130 kilómetros (81 millas) al suroeste de Kaohsiung, moviéndose hacia el noreste a unos 8 kph (5 mph). Se ha ido debilitando y seguirá haciéndolo después de tocar tierra, dijo la administración meteorológica.
La gente acudió a los mostradores de las aerolíneas en un aeropuerto para preguntar sobre vuelos cancelados debido a la proximidad del tifón Krathon, en Kaohsiung, sur de Taiwán, el miércoles 2 de octubre de 2024. Crédito: AP/Chiang Ying-ying
El alcalde de Kaohsiung, Chen Chi-mai, advirtió anteriormente a los residentes que no se acerquen a zonas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra cerca de ríos, el mar y las montañas. Comparó la intensidad de Krathon con la del tifón Thelma, que en 1977 devastó Kaohsiung y causó 37 muertes.
En Kaohsiung, la mayoría de las tiendas y restaurantes permanecieron cerrados por segundo día consecutivo. Los compradores vaciaron los estantes de los supermercados de artículos de primera necesidad, como pan, carnes y fideos instantáneos.
Casi 40.000 soldados estaban preparados para ayudar en las labores de rescate.
El tifón azotó el lunes las islas del norte de Filipinas, donde cuatro personas murieron y al menos 5.000 fueron desplazadas, dijeron las autoridades.
