La Comisión está eliminando gradualmente la mayor parte de su Marco Temporal de Crisis y Transición después de conceder más tiempo a los gobiernos para ayudar a los agricultores, ayuda que actualmente finalizará el 31 de diciembre. Las medidas de transición verde están vigentes hasta finales de 2025.
El secretario de Estado húngaro, Máté Lóga dijo a los periodistas el jueves que algunos gobiernos habían pedido durante el Consejo de Competitividad de ese día ampliar algunas partes de ese marco temporal.
Otros gobiernos habían pedido que esa ayuda fuera permanente, diciendo que “deberían mantenerse vivas y también deberían ser una herramienta de política general en los nuevos marcos de ayuda estatal”.
Los estados más grandes de la UE y aquellos con mayor poder financiero han estado a la cabeza entre los países que buscan una mayor flexibilidad en las ayudas estatales. Alemania está dispuesta a ampliar los límites de ayuda más altos para la energía renovable y las industrias críticas, dijo un funcionario del gobierno bajo condición de anonimato. España e Italia también están buscando extensiones, dijo el funcionario.
La presidenta de la Comisión, von der Leyen, está tratando de ofrecer lo mejor de ambos mundos y pide un nuevo Fondo de Competitividad de la UE que ayudaría a canalizar efectivo hacia empresas que trabajan en industrias estratégicas.
ella también le dijo a su candidato para que una jefa de competencia, Teresa Ribera, elabore un “nuevo marco de ayuda estatal para acelerar el despliegue de energías renovables”, descarbonizar la industria y aumentar la producción de tecnologías limpias.
Al mismo tiempo, Ribera debería asegurarse de que el control de las ayudas estatales sea fuerte –lo que significa que los gobiernos no deberían favorecer injustamente a una empresa sobre otras– y que los países no entren en una carrera de subsidios en la que uno gasta más que los demás.
La actual jefa de las ayudas estatales, Margrethe Vestager, reconoció este difícil equilibrio en un discurso de junio a los gobiernos de la UE, pidiendo ayuda estatal para “cumplir su mandato de evitar distorsiones indebidas de la competencia” y al mismo tiempo respondiendo a los llamamientos para permitir la financiación de la innovación y las regiones más pobres y ayudar a pagar el costoso cambio hacia una economía más verde.